Es importante comprender la historia y la evolución de las sanciones y los desafíos más amplios de seguridad nacional que enfrenta el mundo. Como medidas necesarias y útiles en situaciones en las que los Estados adoptan políticas que violan sus obligaciones internacionales y ponen en peligro los valores de la comunidad, las sanciones internacionales han sido objeto de un debate público y académico intermitente durante más de 60 años.

Historia y evolución de las sanciones
El Pacto de la Sociedad de las Naciones y la Carta de las Naciones Unidas imponen sanciones al uso ilícito de la fuerza. Las sanciones en el contexto de las Naciones Unidas también se han relacionado con la defensa de los derechos humanos, pero hasta 1979 pocos casos de uso de sanciones estaban registrados. La lista corta incluía sanciones de la Sociedad de Naciones contra Italia de 1935-36, sanciones de la ONU contra Zimbabwe de 1966 a 1979 y un embargo de armas contra Sudáfrica, desde el año 1977.
En los últimos tres años, los gobiernos occidentales han impuesto sanciones contra Irán, la Unión Soviética, Polonia y Argentina. Estos casos proporcionaron una gran cantidad de material nuevo para analizar la eficacia de las sanciones económicas en el logro de sus objetivos. También plantearon preguntas sobre las tendencias y los patrones, en particular hasta qué punto se puede decir que estas medidas tienen un estatus de autoridad y apoyan los valores de la comunidad.
Después del incidente del 11 de septiembre de 2001, las sanciones, incluidas las sanciones económicas y financieras, se convirtieron en una herramienta de primer recurso para abordar una serie de amenazas a la seguridad nacional, la política exterior y la economía de los Estados Unidos.
Esta herramienta se basa en la formidable fortaleza y confianza en el sistema financiero y la moneda de los Estados Unidos. Las sanciones permiten a los legisladores estadounidenses imponer un costo material a los adversarios para disuadir el comportamiento que socava la seguridad nacional de Estados Unidos y señala una postura política clara. La labor relativa a las sanciones se lleva a cabo en estrecha colaboración con otras partes del Poder Ejecutivo, en particular, el Departamento de Estado y el Consejo de Seguridad Nacional (NSC), que dirigen la formulación de la política exterior y los objetivos estratégicos a los que sirven las sanciones, así como el Departamento de Justicia.

Durante 20 años, se emplean con éxito diferentes sanciones para abordar diversos desafíos de seguridad nacional, tales como:
- Impedir que Irán utilice el sistema financiero internacional y los mercados comerciales para generar ingresos mediante la venta de petróleo y otras actividades que apoyen su proliferación de misiles nucleares y balísticos y su apoyo a actividades terroristas. Estas sanciones empujaron a Irán a la mesa de negociaciones sobre su programa nuclear en 2015.
- Proteger decenas de miles de millones de dólares en activos libios de la apropiación indebida por parte de ex funcionarios del gobierno tras los disturbios civiles y la caída del régimen de Gadafi en el año 2011.
- Designar a más de 1.600 individuos y entidades terroristas desde el incidente del 9/11, apuntando, exponiendo y socavando al grupo de terroristas.
Reflexiones finales
Los métodos utilizados para aplicar las sanciones han evolucionado significativamente en las últimas dos décadas, pero la naturaleza de las sanciones ha seguido siendo fundamentalmente la misma. Uno de los primeros casos registrados de sanciones se remonta al siglo V antes de Cristo. Con el Decreto de Megara del año 432 a.C., los atenienses impusieron sanciones económicas, prohibiendo a los ciudadanos de Megara el acceso a los mercados del imperio ateniense. Algunos informes indican que los ciudadanos de Megaria sufrieron hambre, y algunos creen que estas sanciones provocaron el estallido de la Segunda Guerra del Peloponeso.
Durante la mayor parte de la historia, las sanciones implicaban que los gobiernos decidían bloquear o embargar físicamente el comercio destinado a otra nación. Las sanciones empezaron a evolucionar hasta su estado actual a finales del siglo XIX. En Europa, las sociedades pacifistas comenzaron a debatir los males de la guerra y las alternativas pacifistas. Las sanciones se consideraban una alternativa a la guerra.