Comunicar las expectativas: Paso 5 en la gestión del riesgo de fraude

Posted in Gestión del riesgo de fraude on enero 8, 2024
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Comunicar las expectativas. El gobierno y la alta dirección de la organización deben garantizar que se desarrollen expectativas claras sobre el programa de gestión del riesgo de fraude, y que se comunique a todos los departamentos y empleados.

Comunicar Las Expectativas

Comunicar las expectativas: Paso 5 en la gestión del riesgo de fraude

Los jefes de departamento deben asegurarse de que todos los empleados comprenden sus funciones y los requisitos establecidos en las políticas y procedimientos. Los jefes de departamento, que son los principales responsables de los procesos, deben evaluar las capacidades e intenciones de su personal y equipo. Los jefes de departamento y la alta dirección deben transmitir un mensaje claro a los empleados para que sigan los controles internos diseñados.

Los jefes de departamento deben formular procesos internos en los que se tome nota del progreso del trabajo del equipo y de la identificación de cualquier riesgo potencial de fraude. Debe ser responsabilidad de los jefes de departamento identificar a los empleados que entienden profundamente los procesos y procedimientos, y estos empleados deben formar parte del programa de evaluación del riesgo de fraude. Estos son los empleados a los que hay que dar autoridad con un mensaje claro de prevención y detección de incidentes de fraude.

Los empleados sólo aplican y cumplen las políticas y procedimientos cuando se les proporciona la formación.

La alta dirección debe diseñar el programa de formación adecuado para los empleados, con el fin de garantizar que comprendan claramente las expectativas de la dirección y los requisitos establecidos en los componentes de la gestión del riesgo de fraude, como las políticas, los procedimientos, los manuales y los acuerdos de nivel de servicio.

Los programas de formación bien elaborados permiten a los empleados despejar las ideas erróneas y les proporcionan una hoja de ruta para desempeñar las funciones y responsabilidades, y seguir los procesos para prevenir la aparición de fraudes en sus respectivas áreas.

¿Qué empresas se ven afectadas?

El fraude es un problema que puede afectar a cualquier organización, independientemente de su tamaño, sector o país. Se puede intentar el fraude si la organización tiene bienes de valor. Los medios de comunicación se hacen eco con frecuencia de los fraudes de gran repercusión en las grandes corporaciones multinacionales, y las empresas más pequeñas pueden creer que es improbable que sean un objetivo de los defraudadores.

Según el informe de la ACFE, las pequeñas empresas (definidas como las que tienen menos de 100 empleados) experimentan el fraude con más frecuencia que las grandes organizaciones y sufren pérdidas medias más elevadas. Es menos probable que las pequeñas empresas puedan absorber grandes pérdidas por fraude que las empresas más grandes y, como consecuencia, pueden incluso quebrar.

Según los resultados de la encuesta de PwC, las empresas que informaron sobre el fraude se distribuyeron en muchos sectores, y al menos una cuarta parte de los encuestados de cualquier sector experimentó incidentes fraudulentos. Los seguros y la industria manufacturera sufrieron las mayores pérdidas medias. Las pérdidas en el sector de los servicios financieros, que se menciona con frecuencia en la prensa y se asocia a menudo con el fraude, fueron en realidad inferiores a la media. Incluso las organizaciones sin ánimo de lucro son vulnerables al fraude, ya que las instituciones gubernamentales y muchas organizaciones benéficas son presa de estafadores sin escrúpulos.

En mi sector, el fraude no es una posibilidad, es una realidad, y siempre nos enfrentamos a una serie de incidentes sospechosos de forma más o menos permanente», dijo un director que trabaja en desarrollo y ayuda internacional.

¿Por qué se cometen fraudes?

No existe una única causa de fraude, y cualquier explicación debe tener en cuenta una serie de factores. Desde la perspectiva del defraudador, hay que tener en cuenta los siguientes factores:

  • motivación de los potenciales delincuentes
  • condiciones en las que las personas pueden racionalizar sus acciones
    mantener a raya a posibles delincuentes
  • oportunidades de actividad delictiva (s)
  • Percepción de la idoneidad de los objetivos para el fraude
  • La capacidad técnica del defraudador
  • El riesgo previsto y real de ser descubierto después de haber cometido el fraude
  • previsión de las consecuencias del descubrimiento (incluidas las consecuencias no penales, como la pérdida del empleo y el estigma familiar, la confiscación de los productos del delito y las sanciones penales tradicionales)
  • resultados reales del descubrimiento

El triángulo del fraude es un modelo común que combina muchos de estos elementos. Este modelo se basa en la suposición de que el fraude se debe probablemente a una combinación de tres factores: motivación, oportunidad y racionalización.

Reflexiones finales

Una de las principales razones por las que la gente comete fraudes es porque se les permite hacerlo. Las empresas se enfrentan a una gran variedad de amenazas. La amenaza de fraude puede venir de dentro o de fuera de la organización, pero la probabilidad de cometer un fraude se reduce en gran medida si el defraudador potencial cree que las recompensas serán modestas, que serán detectadas o que el castigo potencial será inaceptablemente alto.

La principal forma de conseguirlo es establecer un sistema de control exhaustivo que tenga como objetivo prevenir el fraude y, cuando no se pueda prevenir, aumentar la probabilidad de detección y el coste para el defraudador.

En capítulos posteriores de esta guía se detallan algunas de las medidas que pueden aplicarse para reducir el riesgo de fraude de la organización. Antes de profundizar en los aspectos específicos del riesgo de fraude, la guía considera la gestión del riesgo en general.