Comprender el apetito de riesgo. La realización de una evaluación de riesgos ayuda a una empresa a determinar su apetito de riesgo o la cantidad de riesgo que está dispuesta a aceptar en busca de valor u oportunidad. El apetito de riesgo de una empresa refleja su filosofía de gestión de riesgos y su nivel de comodidad para emprender negocios en situaciones en las que podría haber un elevado riesgo de sanciones. A su vez, el apetito por el riesgo influye en la cultura y el estilo operativo de la empresa y guía la asignación de recursos.
Entender el apetito de riesgo
El apetito de riesgo de una organización se determina a través del proceso de evaluación de riesgos y se formaliza en una declaración o marco de apetito de riesgo. Una Declaración de Apetito de Riesgo es una declaración del nivel y tipo de riesgo que la organización está dispuesta a asumir para cumplir sus objetivos. En cambio, un Marco de Apetito de Riesgo proporciona un enfoque estructurado para gestionar, medir y controlar el riesgo. Una empresa debe determinar su apetito de riesgo basándose en los recursos que tiene para invertir en controles, personal y medidas para proteger su reputación. Las organizaciones pueden tener un apetito de riesgo general en toda la empresa o tener apetitos de riesgo definidos en un nivel más granular por departamento.
Los reguladores suelen esperar que las empresas expliquen cómo deciden qué tipos de clientes aceptar, en función del nivel de riesgo de sanciones que han determinado que pueden gestionar. Inicialmente, la empresa debe determinar lo que considera de alto, medio y bajo riesgo para los clientes, los productos y servicios, los países y los canales de distribución.
El consejo de administración, o su equivalente, suele establecer límites y umbrales sobre el porcentaje de clientes de alto riesgo que la empresa puede aceptar sin recibir una aprobación adicional del consejo. Recuerde que lo que se considera de alto riesgo a efectos de la lucha contra el blanqueo de capitales no necesariamente se considera de alto riesgo para el cumplimiento de las sanciones y viceversa. Este principio también se aplica al bajo riesgo. Un error que cometen algunas empresas es utilizar sus calificaciones de riesgo de país en materia de lucha contra el blanqueo de capitales para evaluar el riesgo de sanciones, lo que conduce a resultados inexactos. En resumen, cuando una empresa determina su apetito de riesgo, está identificando su nivel de comodidad en función de los recursos que tiene para invertir en controles, personal y medidas para proteger su reputación.
Factores que influyen en el apetito de riesgo
El apetito de riesgo, que es un componente importante de la gestión de riesgos de la empresa, puede verse influido por una serie de factores, entre los que se encuentran los siguientes
- la cultura de una organización
- la industria en la que opera una organización;
- competidores;
- tipos de iniciativas emprendidas; y
- posición actual en el sector y/o solidez financiera
Una declaración de apetito de riesgo para toda la organización puede ser una poderosa herramienta para dirigir sus criterios de riesgo o su programa de cumplimiento. Sin embargo, el apetito de riesgo no es más que una idea sin una acción que la acompañe, como cualquier otra política. Los gestores de riesgos pueden recopilar la información necesaria para aplicar el apetito de riesgo y la tolerancia al riesgo adecuados, tanto a nivel de empresa como de procesos de negocio individuales, utilizando plantillas de evaluación de riesgos estandarizadas y cuadros de mando de riesgos intuitivos.
Tolerancia al riesgo
La tolerancia al riesgo está influenciada por la misma amplia gama de factores que influyen en la propensión al riesgo. Sin embargo, el grado de tolerancia al riesgo que acepta una organización varía en función de cada caso, dependiendo de factores como la naturaleza de un proyecto, el plazo del mismo y la experiencia de las personas implicadas. La tolerancia al riesgo puede cambiar con el tiempo a medida que evolucionan las normas de la industria, las regulaciones y las prácticas aceptadas.
Reflexiones finales
La cantidad y el tipo de riesgo que una organización está dispuesta a perseguir, retener o asumir se denomina apetito de riesgo. La dificultad de desarrollar una definición de apetito de riesgo es determinar cómo aplicarla y hacerla cumplir para que sea relevante para las unidades de negocio en el día a día y en cada caso. Esto significa que el apetito de riesgo debe estar vinculado a los objetivos empresariales antes de recopilar las métricas de riesgo adecuadas para medir el apetito de riesgo.
