El origen del riesgo. A veces, el riesgo puede originarse en un proceso de una organización, pero repercutir en otros procesos. Como resultado, la dirección reconoce y controla estos riesgos en toda la empresa para mantener y mejorar el rendimiento. Identificar, medir y responder al riesgo que puede afectar a la consecución de la estrategia y los objetivos empresariales de una entidad facilita la creación, la preservación, la realización y la minimización de la erosión del valor de una entidad. Los riesgos detectados a nivel transaccional pueden ser tan perjudiciales como los identificados a nivel de entidad.
Origen del riesgo: Causas, fuentes y consecuencias
La gestión del riesgo empresarial permite a las organizaciones aumentar su capacidad para identificar nuevos riesgos y planificar las acciones adecuadas, reduciendo las sorpresas y los costes o pérdidas asociados y beneficiándose de la evolución favorable. Además, la organización puede descubrir las razones y las fuentes de los riesgos mediante la identificación e integración lógicas. Existen diversas fuentes de las que se originan los riesgos, como los requisitos normativos, incluidas las leyes, las políticas, los procedimientos, los cambios en la economía y los factores políticos, y otros factores internos relacionados con los recursos humanos.
Los riesgos detectados a nivel de transacción pueden ser tan perjudiciales como los identificados a nivel de entidad. Los riesgos pueden afectar a una sola unidad operativa o a toda la institución. Pueden estar muy correlacionados con las variables del entorno empresarial o con otros peligros. Además, las respuestas al riesgo pueden requerir grandes inversiones en infraestructuras o pueden aceptarse como un coste de la actividad empresarial. Debido a que el riesgo proviene de una variedad de fuentes, son necesarias numerosas soluciones dentro de la empresa.
Riesgos emergentes
Los riesgos emergentes surgen a medida que el contexto empresarial cambia, y pueden influir potencialmente en el perfil de riesgo de la entidad en el futuro. Cabe señalar que es posible que los riesgos emergentes no se conozcan lo suficiente como para identificarlos y evaluarlos eficazmente desde el principio, lo que obliga a una reidentificación más frecuente. Las organizaciones también deben divulgar la nueva información sobre los riesgos en desarrollo a medida que esté disponible. Identificar los riesgos nuevos y emergentes y los cambios en los riesgos existentes permite a la organización mirar y planificar con antelación para tener tiempo de analizar la posible gravedad de los riesgos y sacar provecho de estos desarrollos.
Como resultado, tener tiempo para examinar el riesgo permite a la organización anticipar la respuesta al riesgo o, si es necesario, revisar la estrategia y los objetivos empresariales de la entidad. Algunos riesgos pueden seguir siendo riesgos desconocidos para los cuales la organización no tiene expectativas razonables de considerar durante la identificación de riesgos.
Ocurrencia del riesgo
La ocurrencia de incidentes de riesgo puede tener consecuencias financieras, de reputación, operativas, estratégicas y legales. Dado que los riesgos pueden tener efectos que afectan a una unidad operativa o a la entidad en su conjunto, pueden estar muy asociados a factores del contexto empresarial o a otros riesgos. Además, las respuestas al riesgo pueden requerir grandes gastos de infraestructura o pueden aceptarse como un coste de la actividad empresarial. Debido a que el riesgo proviene de varias fuentes, son necesarias varias acciones en todos los niveles y en toda la entidad.
Este componente del marco se centra en las prácticas que apoyan a la organización en la toma de decisiones y en la consecución de los objetivos estratégicos y empresariales. Por lo tanto, las organizaciones utilizan su estructura operativa para desarrollar una práctica que: identifica los riesgos nuevos y emergentes para que la gerencia pueda implementar respuestas a los riesgos con prontitud; evalúa la gravedad del riesgo, con una comprensión de cómo puede cambiar el riesgo dependiendo del nivel de la entidad; prioriza los riesgos, lo que permite a la gerencia optimizar la asignación de recursos en respuesta a esos riesgos; identifica y selecciona las respuestas al riesgo; y desarrolla una visión de cartera para mejorar la capacidad de la organización para articular la cantidad de riesgo asumido en la búsqueda de la estrategia y los objetivos comerciales a nivel de entidad.
Las prácticas se llevan a cabo a todos los niveles y con responsabilidades y rendición de cuentas para una gestión adecuada de los riesgos de la empresa, en consonancia con la gravedad del riesgo.
¿Cuáles son las diferentes fuentes de riesgo empresarial?
Dirigir un negocio conlleva cierto nivel de riesgo, y ninguna empresa puede eliminarlo por completo. Una empresa, en cambio, puede controlar o al menos gestionar con éxito el riesgo. Para ello, la dirección debe tomar decisiones y elegir los niveles de riesgo aceptables en relación con los beneficios potenciales. En este contexto, cualquier empresa debe tener en cuenta diversas fuentes de riesgo, como los riesgos de mercado, los riesgos relacionados con los empleados y los riesgos de financiación.
Gestión de riesgos
Una empresa debe asumir inevitablemente cierto nivel de riesgo para generar un rendimiento satisfactorio de las inversiones para sus accionistas. La clave del éxito de la gestión del riesgo es mantener un buen equilibrio entre riesgo y recompensa, lo que implica sopesar cuidadosamente los posibles beneficios frente a los posibles problemas o amenazas a la estabilidad operativa.
Comprender los riesgos potenciales y disponer de planes de contingencia para hacer frente a los problemas que puedan surgir son aspectos importantes de la gestión de riesgos. Por ejemplo, si la dirección de una empresa prevé que necesitará financiación adicional para completar un proyecto de expansión, disponer de una fuente de financiación de reserva es una buena gestión del riesgo si la fuente de financiación principal de la empresa no está dispuesta a concederle un crédito adicional.
Beneficios de explotación
La principal fuente de riesgo de la empresa es el mercado en el que opera. Muchos riesgos de mercado no pueden controlarse directamente; sólo pueden gestionarse y tratarse de la mejor manera posible. Existe el riesgo, por ejemplo, de que las demandas o los deseos de los consumidores cambien, dando lugar a una menor demanda de los productos de la empresa.
Existe la posibilidad de que los productos de la empresa lesionen a alguien y den lugar a una demanda. Existe el riesgo de que un competidor introduzca un producto que haga que el producto de la empresa sea menos atractivo para los consumidores, o que un competidor ofrezca un producto de la competencia a un precio significativamente inferior, amenazando el volumen de ventas o el margen de beneficio operativo.
Flujo de caja
La financiación y la tesorería están asociadas a numerosos riesgos empresariales. Una empresa puede ser incapaz de conseguir la financiación necesaria para un proyecto de expansión. Los clientes de la empresa pueden tener dificultades financieras que les impidan pagar las facturas a tiempo, lo que perturba la tesorería de la empresa. Los proveedores pueden subir los precios de forma inesperada, lo que hace que la empresa no tenga suficiente capital circulante o flujo de caja o que no tenga suficientes existencias cuando las necesite.
Asuntos relacionados con los empleados
Otra fuente de riesgo empresarial son los problemas relacionados con los empleados. Pueden surgir problemas laborales que afecten a la producción de la empresa. El aumento de los costes salariales puede derivarse de la necesidad de retener a cierto personal clave. La pérdida de personal clave puede repercutir en los resultados y la rentabilidad de la empresa, por ejemplo, si uno de los mejores vendedores de la empresa se va a trabajar a otra compañía o si la empresa pierde a un diseñador de productos clave. El riesgo de gestión, el riesgo de las malas decisiones de gestión de una empresa se incluye en esta categoría de riesgo.
Reflexiones finales
Aunque el riesgo empresarial no puede eliminarse por completo, se pueden tomar medidas para mitigar su impacto negativo. Un plan de contingencia (para hacer frente a los problemas que surjan) es un componente esencial de la gestión de riesgos. Si la demanda se ralentiza o entran nuevos competidores, el mercado en el que opera una empresa es una fuente principal de riesgo. Otra fuente de riesgo es cuando una empresa tiene dificultades para obtener financiación para iniciar o continuar un proyecto. Los conflictos laborales y otras cuestiones relacionadas con los empleados pueden poner en peligro a una empresa.