¿Qué es el análisis de riesgos? El riesgo es difícil de detectar, y mucho menos de preparar y gestionar. Además, los gastos, el tiempo y la reputación pueden verse comprometidos si se produce un acontecimiento imprevisto. Sin embargo, sobrestimar o exagerar los riesgos puede crear pánico y causar más daños que beneficios, lo que hace que el análisis de riesgos sea una herramienta vital. Puede ayudar a identificar y comprender los riesgos a los que se enfrenta una investigación. A su vez, esto también ayuda a gestionar estos riesgos y a minimizar su impacto en la investigación.
¿Qué es el análisis de riesgos?
El análisis de riesgos es un proceso que ayuda a identificar y mantener los problemas potenciales que podrían socavar las pruebas clave en las investigaciones internas. Para realizar un análisis de riesgos, se identifican todas las posibles amenazas a las que se puede enfrentar, su impacto y la probabilidad de que se produzcan.
Para llevar a cabo un análisis de riesgos, siga estos pasos:
Paso 1: Identificar las amenazas
El primer paso en el análisis de riesgos es identificar los riesgos existentes a los que se puede hacer frente. Estos pueden provenir de muchas fuentes diferentes, incluyendo las siguientes:
Por ejemplo, podrían ser:
- Humano: enfermedad, muerte, lesión u otra pérdida de un testigo clave;
- Operativos: interrupción de los suministros y las operaciones, pérdida de acceso a pruebas esenciales o fallos en la recopilación de información;
- Reputacional: pérdida de confianza de los clientes o empleados o daño a la reputación;
- De procedimiento: fallos en la rendición de cuentas, en los sistemas o controles internos, o por fraude;
- Proyecto: sobrepasar el presupuesto, tardar demasiado en las tareas clave o tener problemas con la recopilación de pruebas;
- Financieros: quiebra de la empresa, fluctuaciones bursátiles, cambios en los tipos de interés o no disponibilidad de financiación;
- Técnica: avances en la tecnología o por fallos técnicos;
- Natural: el clima, las catástrofes naturales o las enfermedades;
- Política: cambios en los impuestos, la opinión pública, la política gubernamental o la influencia extranjera;
- Estructurales: productos químicos peligrosos, mala iluminación, cajas que se caen o cualquier situación en la que el personal, los productos o la tecnología puedan resultar dañados.
Paso 2: Estimar el riesgo
Una vez identificadas las amenazas, hay que calcular el posible impacto y la probabilidad de que se materialicen.
Paso 3: Cómo gestionar el riesgo
Una vez identificado el valor de los riesgos, se puede estudiar la forma de gestionarlos.
Paso 4: evitar el riesgo
En algunos casos, evitar la amenaza por completo puede ser la única opción, como saltarse una actividad de alto riesgo. Es una buena opción cuando asumir el riesgo no supone ninguna ventaja para la investigación o cuando el coste de abordar los efectos no merece la pena.
Paso 5: Transferir el riesgo
Transferir el riesgo implica asegurarse contra los posibles impactos de la materialización del riesgo. Los riesgos se transfieren generalmente a las compañías de seguros a cambio de primas de seguro.
Paso 6: Mitigar el riesgo
La mitigación del riesgo implica la adopción de medidas o el establecimiento de procedimientos para disminuir la probabilidad de que el riesgo se materialice o para reducir su impacto.
Paso 7: Aceptar el riesgo
Aceptar el riesgo implica no tomar ninguna medida. Esta opción suele ser la mejor cuando no se puede hacer nada para mitigar el riesgo, y la pérdida potencial es menor que el coste de asegurarse contra el riesgo o cuando vale la pena aceptar la ganancia potencial.
Reflexiones finales
El proceso de identificar y analizar los posibles problemas que podrían perjudicar a las iniciativas o proyectos empresariales clave se conoce como análisis de riesgos. Este procedimiento se lleva a cabo para ayudar a las organizaciones a evitar o mitigar los riesgos.
El análisis de riesgos incluye la consideración de la posibilidad de eventos adversos causados por procesos naturales como tormentas severas, terremotos o inundaciones, así como eventos adversos causados por actividades humanas maliciosas o inadvertidas. Una parte importante del análisis de riesgos es identificar el potencial de daño de estos eventos y la probabilidad de que ocurran.