¿Qué son las sanciones? Una sanción es una restricción, dependiendo del contexto, impuesta por una autoridad reguladora o estado, para controlar las condiciones económicas y financieras, y para evitar el riesgo de actividades delictivas. Las sanciones son de diferentes tipos, incluidas las sanciones económicas, las sanciones financieras, etc.
¿Qué son las sanciones?
La sabiduría convencional sobre las sanciones se basa en una interpretación engañosa de cómo funcionan. La gran mayoría de los observadores esperaría que las sanciones cambiaran el comportamiento de los objetivos al infligir dolor material que los obligaría a cambiar sus políticas, la llamada ecuación de «ganancia de dolor». Las sanciones influyen en los objetivos no sólo coaccionándolos, sino también limitándolos y señalándolos. Las sanciones podrían ser el último paso destinado a debilitar un objetivo cuando las partes tienen objetivos incompatibles, por ejemplo, en el caso de Irán, así como los miembros de al-Qaeda incluidos en la lista de sanciones de la UE.
Al mismo tiempo, la decisión del Consejo podría haberse inspirado en una visión más matizada del mundo que la sugerida por el principio de «ganancia dolorosa» y asumir que imponer un alto precio a los ciudadanos podría socavar los objetivos estratégicos de la UE, como ha ocurrido en el caso de las sanciones contra Uzbekistán. Además, no debe subestimarse la importancia de la dimensión de señalización de las sanciones.
El acto de imponer sanciones se percibe como una declaración de política exterior fuerte y esto puede ser útil tanto a nivel nacional, dirigido a una audiencia que pide acción, como externamente, proyectando una cierta imagen de la UE en el extranjero y enviando mensajes específicos a otros actores también.
Cuando se usan de manera efectiva, las sanciones pueden interrumpir, disuadir y prevenir acciones que socavan la seguridad nacional de los Estados Unidos. Sin embargo, los Estados Unidos se enfrentan ahora a nuevos y emergentes desafíos para la eficacia de las sanciones como herramienta de seguridad nacional: los ciberdelincuentes; competidores económicos estratégicos; y una fuerza laboral e infraestructura técnica bajo la presión de la creciente complejidad financiera y las demandas competitivas de los responsables de la formulación de políticas, los participantes del mercado y otros.
Para garantizar que las sanciones continúen apoyando los objetivos de seguridad nacional de los Estados Unidos, el gobierno de los Estados Unidos debe adaptar y modernizar la arquitectura operativa subyacente mediante la cual se implementan las sanciones. Estos cambios también son necesarios para seguir el ritmo de la evolución de la arquitectura financiera mundial, que tiene un profundo impacto en la eficacia de las sanciones financieras de los Estados Unidos. Los adversarios estadounidenses y algunos aliados ya están reduciendo su uso del dólar estadounidense y su exposición al sistema financiero estadounidense de manera más amplia en las transacciones transfronterizas. Si bien tales cambios tienen múltiples causas más allá de las sanciones financieras de los Estados Unidos, debemos ser conscientes del riesgo de que estas tendencias puedan erosionar la efectividad de nuestras sanciones.
Además, las innovaciones tecnológicas como las monedas digitales, las plataformas de pago alternativas y las nuevas formas de ocultar las transacciones transfronterizas reducen potencialmente la eficacia de las sanciones estadounidenses. Estas tecnologías ofrecen a los actores malignos oportunidades para mantener y transferir fondos fuera del sistema financiero tradicional basado en el dólar. También empoderan a nuestros adversarios que buscan construir nuevos sistemas financieros y de pago destinados a disminuir el papel global del dólar. Somos conscientes del riesgo de que, si no se controlan, estos activos digitales y sistemas de pago puedan dañar la eficacia de nuestras sanciones.
Reflexiones finales
Las sanciones son medidas coercitivas que pueden utilizarse contra las relaciones diplomáticas, económicas y culturales de los Estados. Las sanciones no militares suelen ser impuestas por un Estado contra otro (sanciones unilaterales) o por una organización internacional, como las Naciones Unidas (sanciones colectivas). Históricamente, las medidas han variado desde sanciones amplias hasta prohibiciones más específicas del comercio de artículos específicos como armas, madera o diamantes.
Algunas sanciones han restringido actividades específicas consideradas beneficiosas para un objetivo, como las relaciones diplomáticas, deportivas y culturales, así como los viajes. También se han dirigido a individuos y grupos específicos que representan un riesgo para la paz y la seguridad, como las élites políticas, los grupos rebeldes y las organizaciones terroristas.