Existen diferentes riesgos y amenazas de delincuencia financiera dentro y fuera de las organizaciones, que provocan la posibilidad de perder dinero o enfrentarse a pérdidas operativas o de reputación. La delincuencia financiera es una actividad ilegal que amenaza la existencia de una institución o entidad financiera. Las entidades se enfrentan a diferentes riesgos de delincuencia financiera por diversas razones, entre ellas la evolución de las criptomonedas y los mercados digitales para intercambiar activos y realizar transacciones financieras. Esto aumenta el riesgo de que los delincuentes exploten el sistema financiero para obtener ventajas personales.
Riesgo y amenazas de la delincuencia financiera: Dentro y fuera de las organizaciones
Algunos de los riesgos de la delincuencia financiera a los que se enfrentan las organizaciones son:
- Anonimato: Las personas que participan en el intercambio de activos digitales pueden no estar debidamente identificadas, examinadas y verificadas antes de incorporarse o abrir una cuenta para utilizar el producto. Este riesgo aumenta debido a la oferta del producto en diferentes países o jurisdicciones. Los particulares pueden utilizar apoderados para abrir cuentas. Las personas pueden abrir diferentes cuentas proporcionando información adicional no verificada.
- Uso de múltiples cuentas: El uso de diferentes cuentas de adolescentes desde un mismo dispositivo móvil de un adolescente que provoca la oscuridad de las transacciones y la falta de claridad, lo que da lugar a posibles riesgos de blanqueo de capitales o financiación del terrorismo.
- Uso de las cuentas de los clientes por personas no autorizadas: Los delincuentes, que pueden ser familiares de las personas, pueden utilizar la cuenta para transferir instantáneamente o mover pequeñas cantidades de grandes transacciones en diferentes jurisdicciones, causando el lavado de dinero o la financiación del terrorismo.
- Pago ilegal: Puede surgir debido al uso del producto por parte de un individuo para realizar pagos por compras ejecutadas en cualquier plataforma o sitio web bloqueado o prohibido que ofrezca bienes o servicios ilegales.
- Desajuste de pagos: Este riesgo está relacionado con la finalidad real del desajuste de pagos. Los individuos pueden transferir o recibir dinero sin ninguna actividad comercial, lo que provoca una falta de claridad sobre la finalidad de los pagos ejecutados. Por ejemplo, las personas pueden colaborar y acceder a los sitios web prohibidos de activos digitales o criptomonedas en diferentes mercados. Pueden transferir activos virtuales o moneda como pagos de suscripción utilizando varias cuentas y transferencias.
- Fraude: El riesgo de fraude puede surgir desde dentro o fuera de la entidad y producirse de diferentes maneras, como la realización de pagos falsos o el hackeo de cuentas de adolescentes robando o consiguiendo contraseñas o utilizando las cuentas de los particulares por cualquier persona no autorizada. Los riesgos de fraude evolucionan desde dentro o fuera de la organización. Los riesgos de fraude interno están relacionados con los empleados o la dirección, mientras que los riesgos de fraude externo están relacionados con personas ajenas a la empresa, como los clientes, el público en general o los delincuentes, como los piratas informáticos o los blanqueadores de dinero.
- Violación de las sanciones: Supongamos que la organización no sigue las sanciones o no identifica las sanciones y realiza o intenta realizar transacciones o actividades comerciales con personas, entidades o países sancionados. Surge el riesgo de sanción, que hace que la organización se enfrente a diferentes repercusiones financieras y de reputación, como el pago de multas.
Reflexiones finales
Aunque la delincuencia financiera ha existido desde que las personas intercambiaron dinero por bienes y servicios, los avances tecnológicos han cambiado la superficie de ataque, el nivel de acceso y el número de oportunidades disponibles para los ciberdelincuentes. Casi todas las empresas realizan sus operaciones en línea, lo que las convierte en objetivos fáciles para la ciberdelincuencia. Los delincuentes utilizan métodos más sofisticados y sigilosos para acceder a datos financieros críticos y ocultar su rastro. Para aumentar la amenaza, muchos delitos financieros son cometidos por personas de la empresa que han descubierto no sólo dónde se encuentran los datos críticos, sino también cómo ocultar eficazmente sus actividades nefastas.