El papel de las criptomonedas en la financiación del terrorismo: El papel de las criptomonedas en la financiación del terrorismo

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Las criptomonedas en la financiación del terrorismo. Los expertos en terrorismo afirman que las criptomonedas actualmente sólo desempeñan un papel menor en la financiación del terrorismo. Por otra parte, existen pruebas de que las organizaciones terroristas han desarrollado esquemas de financiación con criptomonedas cada vez más sofisticados.

Las Criptomonedas En La FinanciacióN Del Terrorismo

El papel de las criptomonedas en la financiación del terrorismo: El papel de las criptomonedas en la financiación del terrorismo

Desde la llegada de Bitcoin en 2009, ha crecido el interés económico e ideológico por perfeccionar el dinero nativo de Internet, y su popularidad ha provocado miles de iteraciones. Se suponía que el dinero digital basado en la cadena de bloques haría que nuestros sistemas financieros fueran más libres, justos y transparentes. Pero donde los visionarios vieron mejoras respecto a las finanzas tradicionales, los terroristas vieron oportunidades.

En particular, el uso de criptomonedas por parte de terroristas ha sido una preocupación clave para los reguladores y políticos de todo el mundo a la hora de considerar sus regímenes regulatorios. Al igual que intentan reforzar su supervisión de las criptodivisas, la gran mayoría de las cuales no son emitidas ni controladas por un gobierno.

Muchas organizaciones terroristas comenzaron ya hace tiempo a adoptar soluciones de criptomoneda. En un caso, los terroristas recaudaron criptodonaciones por valor de decenas de miles de dólares en una sola campaña, lo que supone una forma mucho más rápida de recaudar fondos que los esfuerzos anteriores. En otro caso, y no hace mucho, Estados Unidos acusó a dos iraníes de utilizar Bitcoin en una campaña de extorsión digital.

Según el Instituto de Investigación de Medios de Comunicación de Oriente Medio, una organización de investigación y análisis, hay un aumento significativo de las organizaciones yihadistas que solicitan donaciones en criptomoneda a través de las redes sociales, especialmente en la aplicación de mensajería Telegram.

En 2019, la AQB, el ala militar de Hamás y una organización designada como terrorista, recaudó dinero a través de un sitio web que generaba una nueva dirección de Bitcoin para que cada donante enviara fondos, el primer ejemplo verificado de dicha tecnología desplegada por una organización terrorista. Un esfuerzo anterior que comenzó en 2016 utilizó una única dirección de Bitcoin para las donaciones.

La campaña de la JCA también ha publicado un vídeo en su sitio web, en el que se enseña a la gente a donar de forma anónima; en el pasado, los contribuyentes al terrorismo tenían que averiguarlo por su cuenta. Por ejemplo, la JCA aconsejaba a las personas que donasen cuando utilizasen una red Wi-Fi pública, para que la dirección IP de su ordenador no pudiese ser rastreada por las fuerzas del orden. El resultado fue que esta campaña recaudó tanto dinero en nueve meses y atrajo a más donantes que una campaña de 2016 de otra organización que se desarrolló durante dos años.

Los combatientes de toda la región utilizan la criptomoneda para financiar ataques, comprar armas, obtener equipamiento y mantener a sus familias. Elliptic, una empresa que desarrolla herramientas para rastrear cómo se utilizan las criptomonedas en actividades delictivas, ha descubierto que Hamás, la organización militante fundamentalista palestina, ha desplegado un método para hacer que algunas de sus donaciones sean casi imposibles de rastrear, proporcionando a cada visitante una dirección de Bitcoin diferente a la que enviar los pagos.

Las Criptomonedas En La FinanciacióN Del Terrorismo

Algunos expertos afirman que las preocupaciones actuales sobre la criptomoneda como un importante facilitador de los grupos terroristas son casi ciertamente exageradas. Según estos expertos, hay pocos indicios de que las organizaciones terroristas estén utilizando la criptomoneda de forma extensiva o sistemática. Sin embargo, es probable que los actores solitarios y los grupos poco asociados intenten, o ya estén intentando, utilizar estos sistemas.

Comenzar un ataque terrorista puede costar tan sólo unos pocos miles de dólares. Con las criptomonedas, ese dinero se puede conseguir casi al instante estafando a los usuarios, atacando a las empresas o manipulando los mercados financieros. Las ganancias potenciales pueden ser mucho mayores para un hacker patrocinado por el Estado con recursos casi ilimitados.

Además, incluso los expertos en terrorismo que afirman que las criptomonedas no desempeñan un papel importante en la financiación del terrorismo reconocen que ni la tecnología ni los grupos son estáticos, lo que podría cambiar la dinámica en el futuro. También podría facilitar o dificultar el uso exitoso de estas tecnologías. La cuestión de si las organizaciones terroristas utilizarán estos sistemas depende de la tecnología disponible, así como de las necesidades y capacidades de estos grupos.

En cualquier caso, las próximas mejoras en las tecnologías de criptomonedas tendrán probablemente un efecto significativo a largo plazo sobre la financiación del terrorismo. No requiere necesariamente un uso intencionado por parte de las organizaciones terroristas, sino que puede ser un subproducto del cambio de prácticas de los bancos. Por ejemplo, el Tesoro de Estados Unidos tiene acceso a datos financieros únicos sobre los flujos de fondos dentro del sistema financiero y comercial internacional, lo que resulta muy valioso para rastrear los flujos ilícitos de dinero. Estas fuentes se ven potencialmente amenazadas por la tendencia a la desfinanciación a través de las criptodivisas, ya que la adopción de éstas podría permitir la realización de transferencias internacionales de fondos seguras sin necesidad del actual sistema centralizado. Tal vez, esto pueda lograrse mediante el uso de sistemas de criptomonedas como Ripple, que existe fuera del sistema financiero tradicional.

Reflexiones finales

Las criptomonedas actuales no se ajustan bien a la totalidad de las características que requerirían y desearían los grupos terroristas, pero pueden utilizarse para actividades financieras específicas. Si surge una criptodivisa única que proporcione una adopción generalizada, un mayor anonimato y una mayor seguridad, al tiempo que esté sujeta a una regulación laxa o incoherente, la utilidad potencial de esta criptodivisa, así como su uso por parte de las organizaciones terroristas, aumentaría. La regulación y supervisión de las criptomonedas, así como la cooperación internacional entre las fuerzas de seguridad y la comunidad de inteligencia, serían pasos fundamentales para evitar que las organizaciones terroristas utilicen las criptomonedas para financiar sus operaciones.