Introducción a la reducción de falsos positivos proporciona una visión general completa de las estrategias y metodologías empleadas por las instituciones financieras para minimizar las alertas erróneas, optimizar los recursos de cumplimiento y mejorar la precisión de los sistemas de monitoreo de transacciones.
En las instituciones financieras se establecen las funciones de cumplimiento para implementar los programas de cumplimiento robustos para proteger todo el sistema financiero, los recursos y los canales de entrega asociados de delitos financieros, como el lavado de dinero, el financiamiento del terrorismo, el soborno, la corrupción, el tráfico, la evasión fiscal, etc.
Las leyes y reglamentos relacionados con la lucha contra el blanqueo de capitales (AML) y la lucha contra la financiación del terrorismo (CTF) exigen que las instituciones desarrollen programas, sistemas y recursos de cumplimiento sólidos para identificar alertas de delitos reales o transacciones sospechosas, y evitar la ocurrencia de incidentes de riesgo de delitos financieros.
Un falso positivo es una alerta falsa generada por el sistema de delitos financieros para su revisión e investigación por parte de un equipo de cumplimiento.
Introducción a la reducción de falsos positivos
El falso positivo no es el caso real que se debe revisar o investigar porque el débil proceso de escaneo y las imprecisiones en la definición de los escenarios de verdaderos positivos provocan la aparición de tales falsos positivos o falsas alertas de transacciones.
El aumento del número de falsos positivos provoca una inversión de tiempo significativa del equipo de cumplimiento, lo que provoca un aumento en el costo de cumplimiento y conduce a un aumento de las inspecciones y observaciones reglamentarias.
El aumento de las inspecciones regulatorias y la identificación de observaciones relacionadas con el exceso de falsos positivos o falsas alertas, significa que los procesos generales de cumplimiento son débiles, que necesitan atención inmediata y correcciones a los parámetros de monitoreo de transacciones y al mecanismo de generación de alertas. Esto implica revisar los perfiles de los clientes y vincular los perfiles actualizados con los umbrales de transacción y los escenarios de transacción relevantes. Este proceso puede llevar tiempo, pero tiene como objetivo mejorar los procesos de revisión e investigación de transacciones de la institución.
Puede haber situaciones en las que un cliente con un historial de transacciones limpio pueda estar vinculado al umbral de transacción incorrecto debido al hecho de que el perfil de riesgo del cliente no está actualizado. Este tipo de situaciones provocan la generación de falsos positivos. Este tipo de casos pueden reducirse si las instituciones financieras revisan periódicamente los perfiles de riesgo de los clientes.
Con los enormes volúmenes de transacciones financieras y los cambios en los requisitos regulatorios, incluida la detección de sanciones, la identificación de clientes de alto riesgo y la realización de una diligencia debida mejorada, investigaciones y monitoreo, las instituciones se enfrentan a desafíos para implementar sistemas que reduzcan la tasa de falsos positivos y ahorren costos de cumplimiento.
Se requiere que las funciones de cumplimiento se esfuercen regularmente en la definición de escenarios de transacción, umbrales y parámetros de riesgo correctos, vinculados con perfiles de riesgo actualizados de los clientes, para optimizar los procesos de monitoreo y mitigar los riesgos de delitos financieros.
Los especialistas en cumplimiento deben realizar revisiones de los perfiles de los clientes para asegurarse de que estén actualizados, para la revisión y el seguimiento de las transacciones. El aumento de la tasa de falsos positivos refleja las imprecisiones en los sistemas de vigilancia de los delitos financieros y los procesos asociados.
La mitigación de los riesgos de delitos financieros implica la adopción de un enfoque basado en el riesgo que tiene como objetivo identificar, monitorear y reportar actividades sospechosas. La mejora en los procesos de cumplimiento incluye la mejora de los métodos de reducción de falsos positivos para reducir la tasa de falsos positivos de forma constante. La eficiencia y eficacia de los sistemas se juzgará a través de la tasa de falsos positivos y falsos negativos.
Reflexiones finales
Las funciones de cumplimiento de las instituciones financieras desempeñan un papel indispensable en la salvaguardia de la integridad de nuestros sistemas financieros frente a una gran cantidad de delitos financieros, incluidos el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo. Un elemento central de esta red protectora son los sólidos programas de cumplimiento exigidos por las regulaciones AML y CTF. Sin embargo, estos sistemas no están exentos de deficiencias. Los falsos positivos, es decir, alertas erróneas activadas debido a procesos de análisis imperfectos o imprecisiones en la definición de escenarios de amenazas reales, representan una pérdida significativa de recursos.
No solo inflan los costos de cumplimiento y desvían mano de obra crucial, sino que una alta tasa de estas falsas alertas puede indicar a los organismos reguladores que los procesos de cumplimiento de la institución son deficientes. Es una llamada de atención para la recalibración de los parámetros de monitoreo de transacciones y un perfil de riesgo de cliente más meticuloso. A medida que aumentan las regulaciones y los volúmenes de transacciones, el desafío es refinar continuamente estos sistemas, reduciendo los falsos positivos sin comprometer la seguridad. En última instancia, la eficacia de la infraestructura de cumplimiento de una institución financiera se mide por su capacidad para mitigar los riesgos de delitos financieros y, al mismo tiempo, mantener un equilibrio óptimo entre los falsos positivos y las alertas genuinas.