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Historia de la contabilidad forense: La historia ética de la contabilidad forense

Posted in Investigación forense on mayo 1, 2024
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La historia de la contabilidad forense. La contabilidad forense se remonta al antiguo Egipto. Encontramos pruebas de que los faraones utilizaban a los escribas para hacer un seguimiento de los artículos de valor, como el oro y el grano. Estos escribas solían trabajar por parejas y registrar las transacciones de forma independiente, lo que servía como forma de control interno. El mismo concepto de mantenimiento de registros independientes fue adquiriendo importancia a medida que se desarrollaban los sistemas judiciales para resolver los conflictos entre las partes. En el siglo XIII, los tribunales recurrían con frecuencia a los contables para resolver los casos de daños económicos.

Historia De La Contabilidad Forense

La historia de la contabilidad forense

Se sabe muy poco de la contabilidad forense hasta 1817, cuando se registra el primer caso de un contable que declara como testigo experto en los libros de historia. En un caso canadiense, se planteó un asunto de quiebra que requería la determinación del valor de un patrimonio. El tribunal permitió que el contable que examinó las cuentas pertinentes declarara sobre el asunto.

Aunque la contabilidad forense es un tema de nicho, Frank Wilson es considerado la cara de la contabilidad forense y un superhéroe financiero. Frank contribuyó a la caída del famoso gángster Al Capone. Al Capone, que tenía un amplio historial delictivo con fuertes vínculos con el crimen organizado, siempre pudo evitar el castigo sobornando a los funcionarios y amenazando a los testigos.

Frank Wilson, que trabajaba con las autoridades fiscales, fue asignado a un grupo especial encargado de investigar los negocios de Al Capone y de encontrar pruebas de evasión fiscal. Wilson, junto con otros miembros del grupo de trabajo, revisó muchos documentos y finalmente pudo rastrear los pagos realizados a Capone que no se declararon como ingresos. Al Capone fue finalmente declarado culpable de evasión de impuestos y condenado a 11 años de prisión, lo que puso fin a su carrera delictiva.

A medida que las normas contables y las complejidades financieras evolucionaron a finales del siglo XX, la demanda de contables forenses también aumentó, especialmente tras el descubrimiento de escándalos contables de gran repercusión, como el de Enron en 2001. Enron acabó declarándose en quiebra cuando se descubrió su engaño, y su auditor, Arthur Andersen, también se hundió. Poco después de Enron se produjeron otros escándalos contables.

La caída de Enron condujo a la aplicación de nuevas leyes y reglamentos en todo el mundo, lo que provocó un aumento de los requisitos de información financiera para las empresas que cotizan en bolsa y de la transparencia.

Historia De La Contabilidad Forense

Cuando los inversores se dieron cuenta de que las empresas estaban encontrando nuevas formas de engañar al público mediante el escaparatismo, incluso después de someterse a las auditorías anuales, el papel de los contables forenses se hizo cada vez más importante.

Con el tiempo, la contabilidad forense ha evolucionado considerablemente. En un principio, la contabilidad forense sólo se asociaba a la investigación de fraudes, pero ahora se recurre cada vez más a los contables forenses para resolver diversos litigios. En la actualidad, los contables forenses intervienen en muchos casos diferentes, desde disputas matrimoniales y reclamaciones de seguros hasta valoraciones de empresas y asuntos penales, un abanico mucho más amplio en comparación con los humildes comienzos de este campo.

Reflexiones finales

Aunque la definición no se concretó durante muchos años, el nacimiento de la contabilidad forense se atribuye a Frank Wilson, que fue asignado a un grupo de trabajo en 1930 mientras trabajaba como contador público para el Servicio de Impuestos Internos para investigar los negocios secretos de Al Capone, uno de los gánsteres más infames de Chicago. Capone era conocido por una serie de actividades ilegales, muchas de las cuales eran crímenes violentos, pero fue su falta de declaración del impuesto federal sobre la renta lo que resultó fatal, y todo a manos de los contables forenses.

En 1931, el célebre Al Capone fue acusado de evasión de impuestos federales, ya que debía al gobierno 215.080,48 dólares procedentes de los beneficios del juego ilegal, gracias al meticuloso análisis de Wilson de los registros financieros de Capone. Capone fue declarado culpable y condenado a diez años de prisión federal. Se estableció la importancia de la contabilidad forense.